Ponente
Licenciado (1999) y Doctor (2015) en Psicología por la UAM (Programa de Doctorado:
Cognición y Trastornos-Premio Extraordinario), centró su tesis doctoral, dirigida por la
Profa. Mercedes Belinchón (Dpto. Psicología Básica) en el estudio del desarrollo
temprano de bebés que recibieron posteriormente diagnósticos de TEA; empleó para
ello el análisis retrospectivo de vídeos familiares, una estrategia metodológica que,
junto con los análisis prospectivos de bebés con riesgo genético al TEA (i.e., con algún
hermano o hermana mayor que ya ha recibido ese diagnóstico) ha aportado resultados
que han cambiado significativamente la concepción que se tiene actualmente sobre los
TEA. Disfrutó de una Beca de Formación de Personal Investigador de la Comunidad de
Madrid en el Dpto. de Psicología Básica de la UAM entre 2003 y 2006, y ha
participado o participa como miembro del Equipo de Investigación de varios proyectos
competitivos sobre temas directamente relacionados con esta conferencia (el último, aún
vigente: “Trayectorias de desarrollo en bebés con riesgo de presentar autismo. Procesos
de especialización neurocognitiva e interacción temprana” –MINECO, Ref. núm
PSI2015-66509-P–, cuya IP es la Profa. Ruth Campos, del Dpto. de Psicología Básica).
También, fue Miembro co-fundador del Equipo IRIDIA (Intervención y Recursos Integrales
para personas con Discapacidad Intelectual y Autismo); desde este Equipo (2000-
2008), y también con posterioridad, en colaboración con diversas organizaciones, ha
participado en varios centenares de diagnósticos clínicos, impartido numerosas
actividades de formación y presentado numerosas contribuciones a congresos
nacionales e internacionales sobre estos temas.
Resumen
Los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) son condiciones encuadradas en lo que tanto el DSM-5 (APA, 2013) como el CIE-11 (OMS, 2018) han venido en llamar “Trastornos del desarrollo neurológico”. Se asume que estas condiciones (que en algunos países se están diagnosticando ya en 1:68 niñas y niñas menores de 10 años) tienen en su mayoría una base genética, pero, por el momento, su identificación diagnóstica es conductual. En algunas situaciones (p.e., niños y niñas sin discapacidad intelectual asociada), el reconocimiento de las características clínicas del TEA se puede demorar varios años, pero, por lo general, los primeros signos/síntomas pueden empezara ser evidentes a partir de los 18 meses, posibilitando así procesos de detección y atención tempranas que se pueden beneficiarán de la elevada plasticidad neuronal a esas edades. Cuándo se detecte el trastorno y cuándo, en consecuencia, puedan comenzar las intervenciones y apoyos especializados, va a depender críticamente de la capacidad que tengan los familiares y profesionales (pediatras y profesores de escuelas infantiles) para detectar y reconocer esos primeros signos, razón por la que resulta muy importante que estos profesionales conozcan en detalle tanto estos signos, como las pruebas de cribado y de diagnóstico que pueden aplicarse en los distintos contextos y edades (particularmente, pruebas de las que existen versiones baremadas en español, y que ya están considerando como de referencia las autoridades –p.e., sanitarias- en nuestro país). En esta conferencia, el Prof. Palomo presentará información actualizada sobre estos signos y pruebas.