Breve resumen de la conferencia:
Crear un entorno de seguridad es condición imprescindible para el desarrollo pleno de un niño. Y ese entorno seguro y protector sólo lo crean personas que son afectivas. Por eso la afectividad consciente se convierte en una obligación de quien educa, sean familias o educadores más allá de su forma de ser o de su carácter; y en una competencia profesional necesaria para todos aquellos que asumen roles profesionales de cuidado de personas que sufren, sean adultos o niños. La intervención se realiza a través de la relación y sólo cuando esa relación es afectiva genera entornos de seguridad que posibilitan a las personas rehacerse del dolor y activar sus mecanismos de resiliencia. En la sesión se desarrollarán las habilidades que componen esa competencia y diversas estrategias para promoverlas en los profesionales.